En consulta, esta conjugación verbal aparece en numerosas ocasiones cada vez que pactamos un ejercicio, se propone un cambio, una nueva estrategia, etc. A pesar del paciente estar de acuerdo, ya que ve la necesidad y la lógica aplastante de esta propuesta, su respuesta es: Lo intentaré…
Esta respuesta puede estar relacionada con la falta de confianza en las propias dificultades, quizás en el miedo que provoca afrontar el cambio o bien, en que la meta propuesta se ve como algo difícil de alcanzar y debe reajustarse. Más allá de las posibles causas, hoy quiero hablaros del impacto que ejercen nuestras palabras.
Voy a intentarlo, muy a menudo es un “no lo haré”, “no me veo capaz” o simplemente, “no quiero hacerlo”.
Sabemos la importancia que tienen estas palabras a la hora de construir el pensamiento y éste, la influencia directa que produce en nuestras emociones y conductas.
Cada día ejercemos una notable influencia en nuestra vida a través de lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Cada palabra tiene el poder de construir o destruir, de sanarnos o limitarnos, así como también cada pensamiento. Somos constructores de nuestro bienestar.
Susan Jeffers, en su conocido libro, Aunque tanga miedo, hágalo igual, nos habla del vocabulario que nos lleva del dolor al poder:
– Habría –> Podría/quiero.
– No puedo –> No lo haré.
– Es un problema –> Es una oportunidad.
– La vida es una lucha –> La vida es una aventura.
– ¿Qué haré? –> Se que puedo gestionarlo.
– Es terrible –> Es una experiencia de aprendizaje.
«No puedo», significa que yo no controlo mi vida, en cambio, «No lo haré» o «No quiero», implica que somos nosotros quienes decidimos y tenemos el poder de lo que queremos hacer o no. La diferencia es sustancial.
Te propongo que cada día dediques unos minutos a observar tus pensamientos y palabras. Si detectas pensamientos negativos o palabras que te limitan, etiquetan en negativo, te generan malestar…, reformula este diálogo interior por otro más amable, sano y constructivo.
Tal y como decía el capitán «Enciam»
Un fuerte abrazo,