7 TIPS PARA COMUNICARME EFECTIVAMENTE CON MI HIJ@ ADOLESCENTE

Aprender a escuchar con profundidad y cambiar la forma en la que nos dirigimos a nuestros hijos adolescentes, son pasos clave para fortalecer la relación y superar los conflictos.

Justo en esta etapa vital dónde aparecen más complicaciones, la comunicación parece empeorar.

¿Cómo nos podemos comunicar más y mejor con ellos?

1. ESCUCHAR SIN EXPECTATIVAS NI JUICIOS

Las conversaciones más importantes a menudo suelen ser aquellas que consideramos superfluas. Para conocer su mundo interior hay que dejar fuera juicios y expectativas y acercarse a ellos con el fin de tratar de comprender exactamente lo que quieren decir y la importancia que tiene para ellos lo que nos están contando. A la vez, si nos ven receptivos, nos escucharan con más atención cuando les queramos transmitir algún tema que nos preocupe.

2. SI NO QUIERE HABLAR…, NO INSITA

Cuanto menos insistan a que cuenten, más van a contar. Y a la inversa. Respetemos sus silencios y su privacidad. Normalmente, el mejor momento para que nos cuenten las cosas, no es cuando nosotros queremos, sino cuando ellos lo necesitan o lo sientan, así que hay que respetar los silencios. Esto nos es fácil de tolerar por nuestra parte, pero de lo contrario, los podemos alejar aún más.

3. PREGUNTAR MÁS

Para lograrlo, incorpore por norma a sus charlas el hábito de preguntarles «¿cuál es tu opinión?» o ¿tú qué harías? ¿Cómo crees que se ha sentido X? ¿Cómo lo podrías hacer para hablar con el profesor y contarle lo que te ha sucedido?

El problema lo sufren ellos y de ahí que puedan definirlo mejor y ofrecer alternativas. Encontrar una solución por sí mismos reforzará su confianza, no ofrezcamos soluciones antes de tiempo.

4. EMPATIZAR

Conectar con ellos antes de corregirlos. No intente quitarle importancia a lo que ellos sienten. Transmítele que captas lo que siente: “Te veo preocupado”, “Pareces triste”, “Veo que estás cansado”,etc… Es importante en estos momentos, no dar una respuesta racional que les pueda desconectar. A veces un abrazo, una sonrisa, una mirada de comprensión es suficiente.

5. PIDA COSAS CONCRETAS

El psicólogo estadounidense Marshall Rosenberg advierte de que «con más de 40 palabras el otro empieza a desconectar, la palabra 41 ya sobra». En general, la palabra número 41 es justificación y aunque vaya con buena intención interfiere en la comunicación. Así que cuidado con hablar demasiado: el exceso de palabras nos aleja del otro. Pida cosas concretas, como, por ejemplo: ¿Podrías recoger tu escritorio? ¿podrías guardar la ropa en el armario? ¿Me ayudas a poner la mesa? Las órdenes nos causan rechazo y si preguntamos, aunque muchas veces respondan a regañadientes, es mucho más fácil preguntar en lugar de ordenar.

6. A MAYOR ATAQUE, MAYOR HA DE SER LA EMPATÍA

Pilar de la Torre, experta en comunicación no violenta, nos aconseja en sus formaciones que cuanto mayor es el sufrimiento, mayor es el ataque y mayor ha de ser la empatía hacia ellos. Ese ‘te odio’ que a veces nos pueda lanzar nuestro hij@ y que nos atraviesa el alma es un reclamo trágico de cuidado, afecto, comprensión y apoyo. Y eso no lo ofrece «el castigo, el límite ni las prohibiciones», argumenta Pilar de la Torre, y sí la es la escucha, diálogo, la empatía y verlos más allá de una conducta concreta.

7. QUE VALGA LA PENA HABLAR CON VOSOTROS

Los niños crecen rápido, no perdamos el tiempo enfocándonos en cosas negativas, reproches, discusiones, etc. Si la conversación ha dado sus frutos, se han sentido aliviados, han encontrado una solución al problema, seguirá contando con vosotros la próxima vez en la que se encuentre un obstáculo o un reto.  Si seguimos los 6 tips anteriores, es muy probable que consigamos el objetivo y la comunicación con nuestros hijos no sea un reto.

Si crees que puedes necesitar más ayuda, contáctame.

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