Estrategias para conectar mejor con nuestros hijos

Promover una educación basada en la amabilidad y la firmeza sabemos que no siempre es fácil. Ser amable y firme significa ser respetuoso con los demás, con uno mismo y con la situación, especialmente a la hora de establecer límites y obtener su colaboración.

Aquí os dejo tres estrategias muy útiles basadas en el modelo educativo de la Disciplina Positiva para fomentar la conexión y la colaboración con nuestros hijos:

1. Preguntar en lugar de ordenar

Las órdenes generan rechazo. Si intentamos cambiar las órdenes por preguntas, impulsamos a los niños a colaborar, desarrollar autonomía y cooperar en la resolución de problemas. Si ordenamos una acción, es posible que esta sea ignorada o que respondan con resentimiento.

Las preguntas de curiosidad pueden ser muy sencillas. A veces, pueden implicar más de una pregunta para ayudarles a explorar las consecuencias de sus decisiones, en lugar de imponerlas nosotros.

Ejemplos:

  • ¿Qué plan tienes con los estudios?
  • ¿Qué podéis hacer tú y tu hermano para resolver este problema?
  • ¿Qué debes hacer con los platos cuando termines de comer?

2. Conexión antes que corrección

Como decía Rudolf Dreikurs: «Ganémonos a los niños en lugar de ganarles». No olvidemos que jugamos en el mismo equipo. Aquí no se trata de iniciar una lucha de poder, sino, una vez más, de obtener su colaboración. Conectar con el niño significa empatizar con él, verbalizar lo que observamos. Si empatizamos antes de corregir la conducta que queremos modificar, seguramente nos será más fácil lograr ese cambio.

Ejemplos:

  • Veo que estás muy cansado, ¿qué te parece si te ayudo a recoger?
  • Veo que estás enfadado porque querías seguir jugando, ¿necesitas cinco minutos más antes de ir a la ducha?

3. Tiempo fuera positivo

Supongamos que nuestro hijo nos habla de manera irrespetuosa. Una manera amable de manejar la situación sería abandonar la habitación. No podemos obligar a que nos traten con respeto, pero sí podemos respetarnos a nosotros mismos. Alejarnos de la habitación es una forma respetuosa de cuidarnos y un ejemplo para el niño. Siempre podemos volver y continuar la conversación, una vez haya pasado suficiente tiempo para que ambos nos sintamos mejor y podamos abordar la situación de una mejor manera.

Podemos decirle que sentimos que esté tan molesto, pero que no nos gusta que nos trate mal. Por tanto, cada vez que nos trate de manera irrespetuosa, nos iremos un rato. También podemos recordarle que le queremos mucho y que queremos estar con él. Por eso, cuando esté listo para tratarnos con respeto, estaremos encantados de encontrar soluciones respetuosas para ambas partes.

Recuerda: ¡Siempre es mejor informar con anterioridad sobre lo que haremos!

Scroll al inicio